miércoles, 23 de septiembre de 2009

Inmemorial















Regreso
-anónima-
al movimiento que hace del domingo un sagrario
proscrita de lluvias por mojar pies de barro
reconociendo esta culpa
-de amarle-
Ahogo los gramos que pesan las noches cobardes
esas que sumergen chardonnay como tinta de soledad
vaciando las naves
las que escriben partidas, las que reinventan vacíos
instalándose por doquier en la penumbra.

Regreso
punto hilarante,
conductual suburbio de barcas sin playa.
Me acomodo en la ciudad de nadie,
la de desencuentros y chimeneas dormidas,
la de lluvia que moja oscuridad sin costumbre
…vagón de labios violeta 
succionando equipajes tardíos
al papel sin ruta,
sin bulevares que exhiban la imagen de espera.

Yo escucho su latir, donde silba el viento
… yo lo escucho, y duele donde la condena es cielo
-sin glorias-
donde el murmullo afirma intuiciones
de seguir reescribiendo el brillo en sus ojos
y reconocerme en los suyos.

Amar es cruzar aspas,
desmoronarse
reinventarse al regalo diario de un roce 
que envuelve sentidos.

Nadie dice que sea fácil…nadie,
sin embargo, 
es de usted el aire que besa mi nombre
de usted el silencio, la flor de mi boca.

La estación del tiempo aguarda los pasos,
mientras, acrecentemos este abecedario
en la inmemorial travesía de sabernos
…de latir y sabernos

testigo

el proverbial
destino.



Anna Francisca Rodas Iglesias
(Tuti)
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