lunes, 9 de diciembre de 2013

Divagación un día cualquiera


 


Una última página de insomnios al límite   
Hora de infinitas ausencias, las del ocaso

Regreso al
tiempo que deambula para alimentar las flores

Otra puerta enciende la ceguera

Leo el silencio
Arrullo en soledad los nidos de pájaros aprisionados en la historia

Todo se hace infinito y no alcanza

Vengo del instante donde vale una vida

Rescaté a José de la guerra
hoy José aluza y escapa de mi sombra para salvarse

Es mi calle, la calle del árbol que sangra mis raíces  
y es la sombra frente al árbol donde muere la calle
y es el árbol frente a mi ventana para extender pájaros
al interior de mi vientre
y somos calle, sombra, árbol,
y soy una ciudad vacía en esta cárcel de trazos
para habitar la inmensidad de su nombre

No es olvido la ausencia

La obsesión de un pájaro es volar

que se suiciden los poetas
al final solo el poema debe salvarse

© Anna Francisca Rodas Iglesias - Tuti