domingo, 6 de febrero de 2011

De las partidas...



Hay que saber dejar partir los barcos
bajo el grito de olas que se entregan
dispuestas al incierto en lo profundo
donde muere el horizonte.

Si… hay que saber dejar partir los barcos,
aunque dejen el muelle cargado de vacíos,
aunque no entiendan del salitre en la mejilla
cuando todos los abandonos reflejan
el mísero resplandor último en la tarde

Ahonda la nostalgia cuando se ven partir barcos,
barcos en busca de otros puertos
barcos testigos de mi sed y mi abandono:

gota en la rompiente
rosa de los vientos
al caos y la niebla que atraviesan

Hay que dejar partir los barcos
pese al dolor que encierran las partidas
les veo calzar de azul, vestir de azul mis barcos
dejando la costanera herida

Sin promesa de regreso –se entregan –
Y yo, entrego al mar, mi vida.

Si un día volviese a anclar mi barco
seré puerto, gaviota, arena
alga, coral, orilla
patria y suelo de mi barco
lecho y su faro guía.

Sí, hay que saber dejar partir los barcos
… partir los barcos


Anna Francisca Rodas Iglesias
(Tuti)
2/02/2011
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