Ahora
remedo de mordazas interiores
salto suicida a otra noche sin confines
repto, en torno al beso
esquiva, taciturna
ante una catedral sin puertas.

Escudriño silencios que filtran el ayer.

Transeúntes, en busca de nadie
nos reconocemos:
árbol sediento de mariposas
frente al lenguaje.

La ciudad alimenta

mientras

decidimos
jugarnos
la vida...