Reconozco
el camino
las
mismas hojas sedientas galopan su abandono.
Una
serpiente se descubre, muta de piel
repta
sobre promesas entre la sombra de su cuerpo.
Las balas
impactan
el último beso entre una estación y la ceguera.
Los
años mecen el cordón de los días
llevan
gotas de nostalgia
ad-portas,
al borde de los ojos.
Nunca
vi arrodillarse la lluvia
ni pedir perdón por caer a destiempo.
Toda
visión fue perder frente al milagro
perder
el roce que dirime comienzos
acallar
desvelos con golpes esquivos
y
vadear el mundo en las entrañas.
Por
más que intento esconder la sed
ella
saciará pasos relegados al vacío.
Es
así el destierro
fuego
entre líneas ocultas de un mandala
mientras
pregonamos una libertad inexistente.
He
visto el rótulo de insensatos cercenar al viento.
Los
he visto aposentar bajo el quedo sonido
tras
la aldaba
por
miedo a cruzar el espiral de la memoria.
Miles
de vientres traen al mundo hombres para la guerra.
Patria
de tu vientre, vientres de tu patria
huérfanas
de nombres y presas del asalto cuando el
fuego
apuñala
sus sexos.
Trofeo
del silencio ante una plegaria adversa.
Una
mujer
Una
mujer niña
Una
mujer joven
Una
mujer anciana
Una
mujer
sirve
la mesa y queda proscrita al círculo.
Algunas
rompen el cadáver
se
atreven a edificar sobre ruinas
sin
más fe que mantener la antorcha
encendida
para los ciegos.
De
tarde a tarde, un espejo nos ignora,
es
cuando la sal abona surcos de esperanza
y
reescribo:
Toda
espera
se
cifra,
se
disuelve,
huye
de a poco hasta el olvido
©Anna Francisca Rodas Iglesias (Tuti)©
Colombia
4 comentarios:
" Nunca vi arrodillarse la lluvia
ni pedir perdón por caer a destiempo..."
Mi admirada poeta,con sólo esos versos que señalo hiciste un gran poema.Son tus letras mi alegría de hoy.Un abrazo inmenso querida amiga
Poema que incita a dos y tres lecturas, para impregnarnos de sus versos.
Mi adorable Rosario, no sabés lo que agradezco tu constante acompañar la línea y mi espíritu en la distancia. Gracias de todo corazón por ser tan auténtica, por ser amiga.
Dina, celebro tus huellas en mi espacio y esta amistad que empezamos a tejer a través de la poesía.
Un abrazote inmenso.
Anna, la leo y el mundo se me mueve. Anna usted, Mujer, es mi poema favorito.
Antonio
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