Se agradece nos ayuden a difundir.
Anna F.
Declaración Final de la II Cumbre Mundial de la Poesía
por la Paz y la Reconciliación de Colombia
“Quien no puede vencer con las palabras, no debería vencer de ningún otro modo¨.
1. Antecedentes del conflicto
Este conflicto que ha desgarrado al país por décadas es síntoma de viejas enfermedades: la injusticia y el despojo.
Así como la industria de la guerra ha minado la selva, los campos y las
calles, ha hecho del lenguaje un fuerte y de la incultura guerrerista
una lógica del mundo.
Por décadas se nos ha querido convencer que
somos hijos de la violencia y del odio y que tal desmesura constituye
nuestra identidad y destino. La incultura del odio ha creado una
concepción de que la guerra resulta inevitable. El proceso de paz no es
una dádiva sino una conquista propiciada por varias décadas desde el
activismo de los movimientos sociales, campesinos, indígenas, afros,
mujeres y estudiantes, en concierto con una gran mayoría de la población
colombiana.
La restitución de tierras debería suceder al
unísono con la restitución de la paz, que también nos ha sido enajenada
por tanto tiempo, y casi no la recordamos como un momento de nuestra
historia. Quisiéramos que hubiera un desminado del lenguaje, propiciado
por los medios de comunicación, y convertirlos en generadores de nuevos
imaginarios de reconciliación, ajenos al belicismo verbal al que nos
hemos ido acostumbrando.
2. Desafíos de un presente: la poesía como imposible realizable
-La sostenida propaganda bélica no ha podido extinguir nuestra memoria y
es posible volver a los orígenes de un nosotros oculto: el lugar donde
resisten las espiritualidades que nos hermanan a unos y otros y a
todos con la Madre Tierra, afirmando valores comunitarios.
A
pesar del pesimismo mediático generado, no hay en Colombia un hombre ni
una mujer que no alberguen el sueño de la reconciliación nacional, que
no imaginen el reino de la justicia y que no añoren otro combate
distinto al de las ideas. La paz tiene sus posibilidades reales en este
acontecimiento que significa, en medio de un orden de muerte una
cotidiana esperanza.
La poesía y el arte pueden transformar el
dolor y la tragedia, vividas en memoria y fuerza para afirmar la vida y
derrotar las argucias de la muerte. Disponernos a trasformar las hondas
heridas que han producido en Colombia la injusticia y su despliegue
bélico, nos compromete a todos a una reflexión sobre este malestar,
pero también a reconocer lo que fuimos antes de contraerlo y de lo que,
ya superado, podemos llegar a ser. Si afirmamos sin titubeos que la
poesía es un imposible realizado, la paz debería ser un imposible
realizable. Ese imposible realizable volverá a poner en nuestros ojos el
país que no han dejado ser.
3. Para hoy el porvenir
El presente es un futuro ya cumplido y por lo tanto no podemos dejarle la paz al porvenir. El porvenir es hoy.
Es preciso promover y materializar un cese multilateral del fuego hacia
el silenciamiento definitivo de las armas de todos los actores del
conflicto en nuestro país, para abrir anchas vías a acuerdos plenos que
eliminen las causas y consecuencias de las guerras.
El país
necesita una nueva institucionalidad, un nuevo acuerdo social que
garantice la justicia, un Estado de Derecho real. Proponemos desde esa
nueva institucionalidad la creación de un Ministerio de la Paz. A
manera de ejemplo señalamos algunos posibles puntos que le den base al
mencionado Ministerio:
1- Garantizar y cuidar la memoria de
este largo proceso y el devenir de una existencia como pueblos
identificados con el diálogo y la convivencia.
2- Repensar las políticas como procedimientos indispensables para una verdad y una identidad común.
3- Hacer viable la justicia social para eliminar definitivamente las causas más evidentes del conflicto.
4- Proponer desde las diversas culturas que nos componen encuentros donde se valore la diferencia y la poética del diálogo.
5- Superar la condición de víctimas y victimarios impuesta por la
lógica bélica y elaborar junto a las comunidades nuevas maneras de
entendernos y afirmarnos como pueblos.
6- Garantizar el libre acceso de las comunidades a los medios de comunicación.
7- Visibilizar y potenciar la función histórica de la poesía y las artes, para construir una paz profunda y verdadera.
II Cumbre Mundial de la Poesía por la Paz y la Reconciliación de Colombia.
Medellín, Julio 17 de 2015.