jueves, 23 de mayo de 2013

Podrás decir...








No todos los pájaros  están preparados para la tormenta

huyen del campanario
antes del amanecer, huyen,
juegan a inscribir el misterio,  y mueren
sin una tumba,
sin un nombre
sin el epitafio de los mortales.

Es posible la nada:

los peces en el hueco de las manos
los peces en los nidos
el ocaso prendiéndose  alrededor de las carencias
el universo del instinto,
tus ojos,
tus ojos que interrogan el susurro
para llenarme.

Desaprendo los pasos, el ritmo
donde absuelven  los cristales gota a gota
la ceguera de la lluvia

para cuando todo falte, ir lejos
… Lejos

Podrás decir que me gustaba el silencio
que no pude detener  el vuelo de los peces
ni la precisión de los relojes,
cuando entiendas de renuncias…
Podrás decir: 
         Siente  el otoño,         
           los pájaros,
            los peces,
             han huido

 ©
 Anna Francisca Rodas Iglesias - Tuti

miércoles, 15 de mayo de 2013

Muñeca rota


Como un sepulcro, cinco gotas de insomnio


Él trenza un tambor para la guerra
Ella, agoniza ante el rito

Nada sabemos

en la tierra de nadie
semilla de unos
fruto de otros

Las moscas, agónicas, dibujan el tedio
El olor del chocolate guía la niebla,
mientras, danza lo efímero

Estoy libando la creencia del origen

Hago presencia en el pueblo de mi infancia

busco un rincón que aligere exilios,
un rincón donde la sangre de tu sangre
recobre su nombre

Mi continente, eran tus manos,

hoy
no me alcanzan


 ©
Anna Francisca Rodas Iglesias - Tuti

jueves, 9 de mayo de 2013

En Conclusión





 
Para ser rebelión de un tiempo a esta parte
se necesitan dos escalas:
El momento en la memoria,
la tempestad del laberinto entre un café,
y fumarse este viernes sin mordaza.

Los días, son dagas de dos filos.
La copa colmada de guijarros, lacera.

Llevé mis huellas donde el mar pudiera quedárselas…
Sabía de las manos extraviadas con signos entre el surco
de la vida.
Me dijeron del árbol que dulcifica panes en sus ramas.
Fui donde el susurro crispa la tierra
para llevarlo a destino.

Pronuncio por accidente tu nombre.
Tu nombre, como hálito entre una botella
con peces orbita lo profundo.

Qué soledad atraviesa la existencia
cuando las golondrinas se esconden
y mayo libera cuervos, el día tres, para
anunciarme…

©
 Anna Francisca Rodas Iglesias 
Tuti