jueves, 9 de mayo de 2013

En Conclusión





 
Para ser rebelión de un tiempo a esta parte
se necesitan dos escalas:
El momento en la memoria,
la tempestad del laberinto entre un café,
y fumarse este viernes sin mordaza.

Los días, son dagas de dos filos.
La copa colmada de guijarros, lacera.

Llevé mis huellas donde el mar pudiera quedárselas…
Sabía de las manos extraviadas con signos entre el surco
de la vida.
Me dijeron del árbol que dulcifica panes en sus ramas.
Fui donde el susurro crispa la tierra
para llevarlo a destino.

Pronuncio por accidente tu nombre.
Tu nombre, como hálito entre una botella
con peces orbita lo profundo.

Qué soledad atraviesa la existencia
cuando las golondrinas se esconden
y mayo libera cuervos, el día tres, para
anunciarme…

©
 Anna Francisca Rodas Iglesias 
Tuti

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Anna Francisca, su impecable puesta poética es fiesta para mis sentidos. Hermosa mujer poeta, su poesía pasará a la historia.

Poeta admirada y amada muchas gracias por obsequiar tanto talento.

G.

Anna Francisca Rodas Iglesias dijo...

Mi gratitud por sus cariñosas palabras a las mías. Reciba un abrazo con nombre propio.