martes, 12 de junio de 2012

Debí escoger otro oficio...




Debí escoger otro oficio  

el círculo incompleto reclama su forma sin quemarse          
-condición ominosa ante una plaza sin templo-

Cuán blanca se conjetura la condena.
Debiera cercar rutinas
ahuyentar el paso,
salvar
-si aún queda-
al prestidigitador que absuelve golpes quedos 
magnificando el templo.

Algunos no entienden por qué marchita la rosa.
Niegan la imposición de la carne
no admiten el lenguaje, prolongado lenguaje
de una mujer desnuda ante  la gloria.
Interpelan voluntad al abandono
… nada se fortalece.
Llevo un cadáver trashumante de alboradas

debiera convidarte a oprimir el gatillo

todo puede escribirse tras los muros del silencio

Debí escoger otro oficio 
donde liberar mis muertos…


Anna Francisca Rodas Iglesias
(Tuti)
© Copyright

4 comentarios:

Joseba Ayensa dijo...

No se pueden liberar los muertos,
los muertos quedan atrapados
en nuestras líneas de las manos,
mecen a nuestra mente,
nos llevan en volandas
a los límites volanderos
de nuestra quebradiza alma.


Poema escrito "A vuela ordenador" para tí TUTI, que me he emocionado con tu entrada...Te mando un besazo desde estos límites cibernéticos.

-Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-

Anónimo dijo...

Anna, nunca decepcionas. Tu poesía es profunda, no te conformas propones un enfoque distinto para transmitir el mensaje. Te admiro y agradezco el que mantengas esta ventana abierta donde tan generosamente nos compartes tu obra. Eres imprescindible para la poesía.

Alexander

Gil dijo...

Un poema mayusculo que aplaudo desde su primera letra hasta su punto final.

Besos y se feliz!

Anna Francisca Rodas Iglesias dijo...

Joseba, estoy en deuda por su constante paso de ánimo y aliento que cruza el océano con mares de buenos deseos. Gracias, muchas gracias por su paso.

Anónimo Alexander, no creo que pueda ser yo imprescindible para la poesía cuando existe tanta gente llena de talento que la escribe, pero se siente bonito que alquien que no conozco me deje tan generosas palabras. Un fuerte abrazo y mi gratitud por su acompañar esta página en forma constante.

Gilberto, qué bien se siente saber que en algún lugar del mundo alguien disfruta lo que uno escribe. Un abrazo fuerte desde Colombia.